miércoles, 30 de noviembre de 2011

LOS NIÑOS ESCUCHAN MI CUENTO


Hasta ahora todos me habéis dado vuestra opinión sobre mi libro, pero… ¿qué pensarán los niños, les gustará? Mi querida Lourdes Justo es maestra de niños pequeños en un CEIP de Orihuela y el otro día “el faro de los corazones extraviados” fue el protagonista de una de las jornadas del ciclo de animación lectora. Los niños tienen tres años y, mirad lo atentos que estaban. Es pura magia.





martes, 22 de noviembre de 2011

Me entrevistaron en “Pizca de Papel”


“Todos necesitamos alguna vez encontrar una luz a la que dirigirnos”.

Por Carmen Fernández Etreros /Fotografías de Zoe Riudavets.

Charlamos esta tarde de frío con Celia Santos, alma de Masquepalabras, que publica su primer álbum para niños El faro de los corazones extraviados en la editorial Toro Mítico. Un libro sensible, escrito con pasión, que abre una puerta a la ilusión y la fantasía.

P. Se acaba de publicar tu primer álbum, ¿de dónde nace la idea de El faro de los corazones extraviados?

R. Pues nace del corazón, realmente. Un faro es una imagen muy evocadora y todos necesitamos alguna vez encontrar una luz a la que dirigirnos. Algunos no dejan nunca de buscarla, pero ese faro aparece cuando uno menos lo espera. Yo no lo buscaba y lo encontré, aquí está, convertido en libro, un maravilloso libro.

P. ¿Cómo se curan los corazones extraviados? ¿Hay algún remedio mágico?

R. Bueno, la niña de mi cuento dice que el mejor remedio es la alegría y el amor. Y yo estoy de acuerdo. Pero la niña de mi cuento utiliza otros remedios mágicos, como la lectura, la fantasía, la música… En cualquier caso, un corazón extraviado estará curado en el momento que no se sienta perdido y sepa cuál es su lugar en el mundo.


P. En el libro destacan esas ilustraciones de la niña tan expresivas. ¿Qué papel crees que deben tener las ilustraciones en los libros para niños?

R. Evidentemente, las ilustraciones son un elemento clave para un álbum infantil. Si un niño abre un libro ilustrado y se le abren los ojos como platos es que las imágenes han cumplido su labor. Las ilustraciones deben ser un reflejo de lo que el texto quiere expresar. En mi caso he tenido una suerte inmensa, porque Sonia Sanz ha sabido plasmar a la perfección el mensaje que yo quería trasmitir. Ella tiene un estilo muy personal y diferente, algo realmente difícil de conseguir porque hay muchos ilustradores estupendos. Leer más…

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Reseña El faro de los corazones extraviados - Por Eduardo Cruz Acillona y Anita Noire.


EL FARO DE LOS CORAZONES EXTRAVIADOS – Celia Santos ( e ilustrado por Sonia Sanz).
AUTORA: Celia Santos.
EDITORIAL: Toromítico.
I.S.B.N.: 978-84-96947-84-9.
Nº DE PÁGINAS: 40.
Reseña realizada por Eduardo Cruz Acillona y Anita Noire.
“El faro de los corazones extraviados” sería un libro normal, como otros muchos que pasan por nuestras manos, si no fuera por un detalle sin importancia: la autora del mismo es Celia Santos…
Y Celia Santos es nuestra jefa y nuestra amiga… O sea, que no podemos despotricar contra nuestra jefa ni podemos excedernos en la pirotecnia con nuestra amiga.
En definitiva: que tenemos que hablar de un libro que nos puede costar el despido, el final de una gran amistad o todo lo contrario…
Apelando a la comprensión y solidaridad del lector, esta reseña comienza así:
EDUARDO: Yo veo la portada de este libro en una estantería y me llama la atención, me paro a verla y a curiosear. El dibujo me recuerda a los de Tim Burton… Pero a un Tim Burton antes de que le robaran todos los rotuladores salvo el negro…
ANITA: ¿Qué quieres decir? No me recuerda para nada a Tim Burton. (Me siento presionada, Eduardo, mira que después tendré que aguantar las preguntas insidiosas de Celia en cuanto a esta reseña, que no sólo vivimos cerca sino que encima trabajamos mucho más cerca aún). En realidad, yo me hago una pregunta ¿Por qué a estos cuentos, en lugar de cuentos ilustrados, les llaman álbumes ilustrados? No me gusta, la terminología, digo.
EDUARDO: Yo sostengo que el problema de la terminología tiene su origen en Paulo Coelho, cuando insiste en que lo suyo son novelas. A partir de ahí, hasta las Páginas Amarillas podrían calificarse como álbumes ilustrados… En todo caso, más allá de cómo quieran que los llamemos, este tipo de libros cuentan con una doble dificultad para destacar sobre el resto: además de un texto de calidad (exigible al relato), requiere de unos dibujos también de calidad y, sobre todo, acordes al texto. Yo he llegado a leer una versión de Caperucita que parecía ilustrada por el estilista de Victoria’s Secret. Y la única gracia que tenía era comprobar si el personaje del lobo se parecía a Karl Lagerfeld o a Donatella Versace… ¿Tú crees que Celia y Sonia han conseguido esa necesaria sintonía entre sus respectivos lenguajes?…
ANITA: Es cierto, casar las ilustraciones con la trama de un cuento como el que ha escrito Celia, es sumamente complicado. La cantidad de detalles y lo emotivo de la historia requiere que ilustradora y escritora se compenetren perfectamente en su trabajo. Me consta, porque tuve la suerte de conocer el proyecto desde el principio, que la conexión entre ambas fue total y eso,  lo queramos o no, se hace evidente en el resultado final. Tenía que decirlo, estuve en las “ecografías” de la niña.
EDUARDO: Vaya, está muy bien eso de las “ecografías” en un cuento ilustrado cuyos personajes principales son unos corazones… Es algo que me ha llamado mucho la atención. A diferencia de otros cuentos, en éste el personaje principal de la niña lo es todo. Una niña, avancemos un poco el contenido, que vive en un faro y que dedica su vida a cuidar a los corazones extraviados y malheridos que el mar arrastra hasta la playa. A diferencia de otros cuentos, digo, aquí no hay monstruos (lo que es de agradecer por alguien que ve a diario los informativos de televisión). Y tampoco hay bellos y valientes príncipes (lo que también es de agradecer por la misma razón anterior). Tan sólo una niña y una sucesión de corazones por rehabilitar. Y la forma de hacerlo la niña es otro aspecto del cuento que también me ha parecido muy atractivo. “Les cuenta historias divertidas de todo tipo”, dice la narradora… El poder salvífico de la literatura…
ANITA: Pienso precisamente que la gracia del cuento es que se aleja de los típicos en los que tenemos una figura buena y una figura mala que termina transformándose en algo estupendo. Los cuentos para niños suelen mostrar estos antagonismos que son un poco desquiciantes. Hay más mundo más allá de la continua confrontación de personajes. La originalidad, posiblemente en que todo el peso recae sobre una niña, que no sabemos cómo se llama, que no sabemos qué es de ella y que puede, sólo puede, que sea la encarnación del bien. Creo que me estoy poniendo ñoña, Eduardo, negaré que he escrito esto.
EDUARDO: Cuando se habla de sentimientos, de corazones extraviados o, incluso, de niñas buenas, es fácil caer en la ñoñería (¿o se dice “ñoñez”?). No es el caso de este libro. Ni en la parte de texto (donde no hay concesiones al adjetivo gratuito y edulcorado) ni en la ilustración (donde no hay cabida para el rosa chicle, las mariposas de vivos colores ni el sempiterno arco iris como metáfora de la felicidad). Ahora que ya se escucha llegar a la Navidad, nada mejor que combatir su ñoñería (o ñoñez, que lo he mirado en la web de la RAE) regalando este libro, ¿no te parece?
ANITA: Sinceramente, sí. En el mercado se pueden encontrar muchos cuentos, casi todos enormemente pastelosos cuando se habla de sentimientos, pero tenemos la suerte de haber encontrado uno que, no es por nada, habla de la recuperación, de que cuando las cosas vienen mal dadas y el corazón te queda echo trizas, siempre hay gente buena a tu alrededor que te ayuda a superar eso. Puede que la moraleja del cuento sea esa, yo quiero pensar que sí. No me cabe ninguna duda de que es un buen cuento, una historia de optimismo y eso, en los tiempos que corren, no es ninguna tontería. Tengo un encargo grande a los Reyes Magos, así que ve haciendo tu carta si no quieres quedarte sin él…
NOTA FINAL DE LOS ARRIBA FIRMANTES: Es posible que la reseña nos haya quedado un poco en plan “programa de Teletienda”. Ya dijimos al principio que no iba a ser fácil. Celia Santos es, lo recuerdo, jefa y amiga. La culpa es suya.

sábado, 12 de noviembre de 2011

No hay mayor satisfacción para un autor que ver su libro en las estanterías de las librerías. Y si es, como yo, un autor novel, mucho más. Y como tal, hoy sábado me he dedicado a recorrer todas las librerías importantes de Barcelona para buscar a “mi niña”, para ver si el faro había iluminado la Ciudad Condal. Y allí estaba, encandilando con su luz a todos lo que se acercaban a él.
Este paseo daría para un monográfico sobre la profesionalidad de los libreros, pero eso se lo dejaremos a los expertos (Anita, Eduardo, ya sabéis).
Pero sí quiero hacer mención a los dependientes de la librería Happy Books (antigua Formiga D’or) por su profesionalidad y su interés. Al preguntarles por mi libro, ya no sólo es que no tuvieran que acudir al ordenador para consultarlo, la chica conocía el título, sabía qué día había entrado en la librería, conocía la portada y sabía el argumento del cuento. Felicidades, querida desconocida, dependienta anónima. Y gracias por ser el hada portadora de fantasía e ilusión… para niños y grandes. Gracias.
Aquí os dejo unas cuantas fotos de mi paseo de hoy.













viernes, 11 de noviembre de 2011





¿Qué ocurre cuando se rompe un corazón? ¿Quién se ocupa de curarlos para que se pongan bien? La niña de este cuento vive en un faro, junto a un aplaya en la que cada mañana recoge los corazones heridos que quedan allí varados. Ella se ocupa de cuidarlos para que vuelvan a latir con fuerza. Porque n corazón debe estar alegre para poder amar a los demás. Pero… ¿quién cuida del corazón de la niña que vive en el faro? El suyo también necesita que lo cuiden. Ella no lo sabe, pero está más cerca de lo que imagina. El faro de los corazones extraviados es un maravilloso texto, convertido en imágenes inolvidables por Sonia Sanz Escudero, que no sólo fascinará y robará el corazón de los más pequeños sino que contiene también una hermosa enseñanza para los adultos, para los niños de cualquier edad.

Celia Santos escritora y gestora cultural, reside en Barcelona, donde dirige la web “Más que palabras” y un espacio de recomendaciones literarias en la televisión de Justo Molinero, TeleTaxi. Tras cursar estudios de narrativa en el Ateneo de Barcelona, ha escrito numerosos relatos y cuentos, en su mayoría dirigidos a un público infantil y juvenil.