miércoles, 16 de noviembre de 2011

Reseña El faro de los corazones extraviados - Por Eduardo Cruz Acillona y Anita Noire.


EL FARO DE LOS CORAZONES EXTRAVIADOS – Celia Santos ( e ilustrado por Sonia Sanz).
AUTORA: Celia Santos.
EDITORIAL: Toromítico.
I.S.B.N.: 978-84-96947-84-9.
Nº DE PÁGINAS: 40.
Reseña realizada por Eduardo Cruz Acillona y Anita Noire.
“El faro de los corazones extraviados” sería un libro normal, como otros muchos que pasan por nuestras manos, si no fuera por un detalle sin importancia: la autora del mismo es Celia Santos…
Y Celia Santos es nuestra jefa y nuestra amiga… O sea, que no podemos despotricar contra nuestra jefa ni podemos excedernos en la pirotecnia con nuestra amiga.
En definitiva: que tenemos que hablar de un libro que nos puede costar el despido, el final de una gran amistad o todo lo contrario…
Apelando a la comprensión y solidaridad del lector, esta reseña comienza así:
EDUARDO: Yo veo la portada de este libro en una estantería y me llama la atención, me paro a verla y a curiosear. El dibujo me recuerda a los de Tim Burton… Pero a un Tim Burton antes de que le robaran todos los rotuladores salvo el negro…
ANITA: ¿Qué quieres decir? No me recuerda para nada a Tim Burton. (Me siento presionada, Eduardo, mira que después tendré que aguantar las preguntas insidiosas de Celia en cuanto a esta reseña, que no sólo vivimos cerca sino que encima trabajamos mucho más cerca aún). En realidad, yo me hago una pregunta ¿Por qué a estos cuentos, en lugar de cuentos ilustrados, les llaman álbumes ilustrados? No me gusta, la terminología, digo.
EDUARDO: Yo sostengo que el problema de la terminología tiene su origen en Paulo Coelho, cuando insiste en que lo suyo son novelas. A partir de ahí, hasta las Páginas Amarillas podrían calificarse como álbumes ilustrados… En todo caso, más allá de cómo quieran que los llamemos, este tipo de libros cuentan con una doble dificultad para destacar sobre el resto: además de un texto de calidad (exigible al relato), requiere de unos dibujos también de calidad y, sobre todo, acordes al texto. Yo he llegado a leer una versión de Caperucita que parecía ilustrada por el estilista de Victoria’s Secret. Y la única gracia que tenía era comprobar si el personaje del lobo se parecía a Karl Lagerfeld o a Donatella Versace… ¿Tú crees que Celia y Sonia han conseguido esa necesaria sintonía entre sus respectivos lenguajes?…
ANITA: Es cierto, casar las ilustraciones con la trama de un cuento como el que ha escrito Celia, es sumamente complicado. La cantidad de detalles y lo emotivo de la historia requiere que ilustradora y escritora se compenetren perfectamente en su trabajo. Me consta, porque tuve la suerte de conocer el proyecto desde el principio, que la conexión entre ambas fue total y eso,  lo queramos o no, se hace evidente en el resultado final. Tenía que decirlo, estuve en las “ecografías” de la niña.
EDUARDO: Vaya, está muy bien eso de las “ecografías” en un cuento ilustrado cuyos personajes principales son unos corazones… Es algo que me ha llamado mucho la atención. A diferencia de otros cuentos, en éste el personaje principal de la niña lo es todo. Una niña, avancemos un poco el contenido, que vive en un faro y que dedica su vida a cuidar a los corazones extraviados y malheridos que el mar arrastra hasta la playa. A diferencia de otros cuentos, digo, aquí no hay monstruos (lo que es de agradecer por alguien que ve a diario los informativos de televisión). Y tampoco hay bellos y valientes príncipes (lo que también es de agradecer por la misma razón anterior). Tan sólo una niña y una sucesión de corazones por rehabilitar. Y la forma de hacerlo la niña es otro aspecto del cuento que también me ha parecido muy atractivo. “Les cuenta historias divertidas de todo tipo”, dice la narradora… El poder salvífico de la literatura…
ANITA: Pienso precisamente que la gracia del cuento es que se aleja de los típicos en los que tenemos una figura buena y una figura mala que termina transformándose en algo estupendo. Los cuentos para niños suelen mostrar estos antagonismos que son un poco desquiciantes. Hay más mundo más allá de la continua confrontación de personajes. La originalidad, posiblemente en que todo el peso recae sobre una niña, que no sabemos cómo se llama, que no sabemos qué es de ella y que puede, sólo puede, que sea la encarnación del bien. Creo que me estoy poniendo ñoña, Eduardo, negaré que he escrito esto.
EDUARDO: Cuando se habla de sentimientos, de corazones extraviados o, incluso, de niñas buenas, es fácil caer en la ñoñería (¿o se dice “ñoñez”?). No es el caso de este libro. Ni en la parte de texto (donde no hay concesiones al adjetivo gratuito y edulcorado) ni en la ilustración (donde no hay cabida para el rosa chicle, las mariposas de vivos colores ni el sempiterno arco iris como metáfora de la felicidad). Ahora que ya se escucha llegar a la Navidad, nada mejor que combatir su ñoñería (o ñoñez, que lo he mirado en la web de la RAE) regalando este libro, ¿no te parece?
ANITA: Sinceramente, sí. En el mercado se pueden encontrar muchos cuentos, casi todos enormemente pastelosos cuando se habla de sentimientos, pero tenemos la suerte de haber encontrado uno que, no es por nada, habla de la recuperación, de que cuando las cosas vienen mal dadas y el corazón te queda echo trizas, siempre hay gente buena a tu alrededor que te ayuda a superar eso. Puede que la moraleja del cuento sea esa, yo quiero pensar que sí. No me cabe ninguna duda de que es un buen cuento, una historia de optimismo y eso, en los tiempos que corren, no es ninguna tontería. Tengo un encargo grande a los Reyes Magos, así que ve haciendo tu carta si no quieres quedarte sin él…
NOTA FINAL DE LOS ARRIBA FIRMANTES: Es posible que la reseña nos haya quedado un poco en plan “programa de Teletienda”. Ya dijimos al principio que no iba a ser fácil. Celia Santos es, lo recuerdo, jefa y amiga. La culpa es suya.

3 comentarios:

  1. Hola!! ¿dónde podría conseguir este cuento en Málaga?

    Gracias!!

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  2. Gracias, por si las moscas seguiré buscando (en Málaga no hay Librería beta y prefiero no pagar gastos de envío).

    Gracias!!!

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